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miércoles, 10 de abril de 2013

2.3 Almacenaje de cargas voluminosas.


Las mercancías que, por volumen, peso, forma o fragilidad, necesitan medios mecánicos especiales para su manipulación y almacenaje, se consideran cargas voluminosas. El volumen y el peso son factores que influyen directamente, sin embargo, las agruparemos por la forma para estudiar mejor las técnicas de manipulación que se aplican en la práctica. Según este criterio las mercancías voluminosas se dividen en:
-        Mercancías laminares. Dentro de este grupo se incluyen láminas de chapa, plástico, vidrio float y amianto. El factor principal que las caracteriza es su grado de flexibilidad que, a su vez, depende de las dimensiones y del grosor, de manera que cuanto mayor son las dimensiones de la lámina mayor es la flexión, pero a mayor grosor la flexión es menor. Las láminas de pequeñas dimensiones se manejan y almacenan formando una unidad de carga sólida sobre una paleta o plataforma de madera debidamente flejada y prácticamente indeformable. Por su parte, las láminas grandes se pueden almacenar, según los casos, directamente en el suelo colocando apoyos entre unidades de carga para introducir las horquillas, sobre bandejas de madera con las mismas prevenciones que el caso anterior, en estanterías en cantilever sobre plataformas que se colocarán en las ménsulas para evitar el efecto flector. La manipulación por medios mecánicos se realiza con carretillas elevadoras, intentando evitar la flexión permanente acortando la distancia entre los apoyos de los equipos de elevación utilizando mayor número de horquillas o manejando la carga sobre una plataforma.


-        Mercancías tubulares. Este tipo de mercancías, cuando es de pequeñas dimensiones se pueden manejar y almacenar como las cargas largas, pero si son de medio o gran calibre hay que atender a los siguientes tipos:
·       Tubos rígidos metálicos. Se agrupan en función del calibre y se colocan sobre unas camas de madera, se fleja fuerte la unidad de carga y se maneja con carretillas elevadoras. El almacenamiento se realiza siempre en el exterior y, dada su inestabilidad, a una altura máxima de dos. Cuando se trata de tubos grandes se almacenan directamente en el suelo y en pirámide, de modo que dos tubos sirvan de soporte a uno.


·       Tubos rígidos de hormigón. Se manejan normalmente con carretillas elevadoras dotadas de espolones o ganchos para tubos de calibre mediano, y de horquillas convencionales cuando se trata de tubos de grandes dimensiones o mucho peso. El almacenamiento, que se realiza en el exterior, es muy similar al de los tubos metálicos, con la única diferencia de que, al ser mayor la fragilidad, el número de alturas tiene que estar limitado a la resistencia de las cargas que actúan de soporte, no pudiendo apilarse, por ejemplo, los tubos grandes.


·       Tubos semirrígidos de plástico duro. Se manejan por unidades que carga que se forman en jaulas. El peso de este material es relativamente pequeño y el factor más importante a considerar es el gran volumen de las jaulas, siendo su manejo relativamente sencillo con carretillas de carga lateral. El almacenaje también es muy sencillo, realizándose de forma que las propias jaulas actúan de soporte unas de otros, por lo que se pueden alcanzar grandes alturas de apilado. Normalmente se almacenan en el exterior, aunque hay fabricantes que lo hacen en locales cubiertos.

-        Mercancías cilíndricas. Son aquéllas que para su manejo se enrollan en forma de bobina, bien directamente o en una estructura metálica o de madera. Los tipos que se van a estudiar son:
·       Bobinas de papel y cartón. Se manejan con carretillas elevadoras provistas de pinzas especiales de apriete y giratorias, mientras que su almacenaje se realiza exclusivamente en el interior del almacén apilándose de forma directa, es decir, unas sobre otras verticalmente sin prácticamente ninguna limitación, ya que el papel cuando se bobina de forma compacta posee alta resistencia.

·       Bobinas de chapa. Se pueden manejar directamente con máquinas elevadoras equipadas con un espolón que se introduce por el agujero central del enrollamiento, o sobre paleta utilizando carretillas elevadoras provistas de horquillas convencionales. El mayor problema al manejar las bobinas de chapa reside en el peso, pues las grandes oscilan entre las 20 y 30 toneladas, almacenándose éstas más grandes y pesadas en el exterior directamente sobre el suelo y de forma piramidal. Por el contrario, las bobinas más ligeras, que también se pueden almacenar en el exterior, se colocan en estanterías especiales.


·       Bobinas de cable. Pueden ser de dos tipos: cables de acero, que se enrollan de forma cilíndrica formando una bobina como unidad de carga, manejándose con grúas o con carretillas y almacenándose en el exterior generalmente; o cables eléctricos y telefónicos, que se enrollan en grandes bobinas de madera o metálicas, desprovistas estas últimas de agujero central, por lo que su agarre debe realizarse mediante grúas o introduciendo eslingas en la estructura de la bobina.

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