Las
mercancías que, por volumen, peso, forma o fragilidad, necesitan medios
mecánicos especiales para su manipulación y almacenaje, se consideran cargas
voluminosas. El volumen y el peso son factores que influyen directamente, sin
embargo, las agruparemos por la forma para estudiar mejor las técnicas de
manipulación que se aplican en la práctica. Según este criterio las mercancías
voluminosas se dividen en:
-
Mercancías
laminares. Dentro de este grupo se incluyen láminas de chapa, plástico,
vidrio float y amianto. El factor
principal que las caracteriza es su grado de flexibilidad que, a su vez,
depende de las dimensiones y del grosor, de manera que cuanto mayor son las
dimensiones de la lámina mayor es la flexión, pero a mayor grosor la flexión es
menor. Las láminas de pequeñas dimensiones se manejan y almacenan formando una
unidad de carga sólida sobre una paleta o plataforma de madera debidamente
flejada y prácticamente indeformable. Por su parte, las láminas grandes se
pueden almacenar, según los casos, directamente en el suelo colocando apoyos
entre unidades de carga para introducir las horquillas, sobre bandejas de
madera con las mismas prevenciones que el caso anterior, en estanterías en
cantilever sobre plataformas que se colocarán en las ménsulas para evitar el
efecto flector. La manipulación por medios mecánicos se realiza con
carretillas elevadoras, intentando evitar la flexión permanente acortando la
distancia entre los apoyos de los equipos de elevación utilizando mayor número
de horquillas o manejando la carga sobre una plataforma.
-
Mercancías
tubulares. Este tipo de mercancías, cuando es de pequeñas dimensiones se
pueden manejar y almacenar como las cargas largas, pero si son de medio o gran
calibre hay que atender a los siguientes tipos:
·
Tubos rígidos metálicos. Se agrupan
en función del calibre y se colocan sobre unas camas de madera, se fleja fuerte
la unidad de carga y se maneja con carretillas elevadoras. El almacenamiento se
realiza siempre en el exterior y, dada su inestabilidad, a una altura máxima de
dos. Cuando se trata de tubos grandes se almacenan directamente en el suelo y
en pirámide, de modo que dos tubos sirvan de soporte a uno.
·
Tubos rígidos de hormigón. Se
manejan normalmente con carretillas elevadoras dotadas de espolones o ganchos para
tubos de calibre mediano, y de horquillas convencionales cuando se trata de
tubos de grandes dimensiones o mucho peso. El almacenamiento, que se realiza en
el exterior, es muy similar al de los tubos metálicos, con la única diferencia de
que, al ser mayor la fragilidad, el número de alturas tiene que estar limitado
a la resistencia de las cargas que actúan de soporte, no pudiendo apilarse, por
ejemplo, los tubos grandes.
·
Tubos semirrígidos de plástico duro.
Se manejan por unidades que carga que se forman en jaulas. El peso de este
material es relativamente pequeño y el factor más importante a considerar es el
gran volumen de las jaulas, siendo su manejo relativamente sencillo con
carretillas de carga lateral. El almacenaje también es muy sencillo, realizándose
de forma que las propias jaulas actúan de soporte unas de otros, por lo que se
pueden alcanzar grandes alturas de apilado. Normalmente se almacenan en el
exterior, aunque hay fabricantes que lo hacen en locales cubiertos.
-
Mercancías
cilíndricas. Son aquéllas que para su manejo se enrollan en forma de
bobina, bien directamente o en una estructura metálica o de madera. Los tipos
que se van a estudiar son:
·
Bobinas de papel y cartón. Se
manejan con carretillas elevadoras provistas de pinzas especiales de apriete y
giratorias, mientras que su almacenaje se realiza exclusivamente en el interior
del almacén apilándose de forma directa, es decir, unas sobre otras
verticalmente sin prácticamente ninguna limitación, ya que el papel cuando se
bobina de forma compacta posee alta resistencia.
·
Bobinas de chapa. Se pueden manejar
directamente con máquinas elevadoras equipadas con un espolón que se introduce
por el agujero central del enrollamiento, o sobre paleta utilizando carretillas
elevadoras provistas de horquillas convencionales. El mayor problema al manejar
las bobinas de chapa reside en el peso, pues las grandes oscilan entre las 20 y
30 toneladas, almacenándose éstas más grandes y pesadas en el exterior
directamente sobre el suelo y de forma piramidal. Por el contrario, las bobinas
más ligeras, que también se pueden almacenar en el exterior, se colocan en
estanterías especiales.
·
Bobinas de cable. Pueden ser de dos
tipos: cables de acero, que se enrollan de forma cilíndrica formando una bobina
como unidad de carga, manejándose con grúas o con carretillas y almacenándose
en el exterior generalmente; o cables eléctricos y telefónicos, que se enrollan
en grandes bobinas de madera o metálicas, desprovistas estas últimas de agujero
central, por lo que su agarre debe realizarse mediante grúas o introduciendo
eslingas en la estructura de la bobina.
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